Voy a contenerme por lo menos hoy a seguir hablándoos sobre
recetas de queso porque tengo muchas, pero voy a ir dosificando que si no solo
voy a hablar de ellas jajaja
Estos cup-cakes
los hice ya hace un tiempo por el cumple de mi querida amiga, Carol y por eso
intente arriesgar con algo que no hubiese hecho nunca, así que elegí unos cup-cakes aromatizados con agua de rosas
(no de la que usamos para perfumarnos nosotras ni las casas si no un producto
parecido pero comestible que se puede encontrar en tiendas especializadas de
repostería, que por algún extraño motivo más de uno pensó que había usado
colonia o algo así…jaajaja) Le tenía muchas ganas porque después de probar un par de
veces dos confituras de pétalos de rosas me pareció un sabor con el que merecía
la pena experimentar.
No sé cómo será la pasta de rosas, que es la otra opción que
tendríamos para hacer estos cupcakes (ya la probare y os contare que tal), pero
con el agua de rosas hay que tener mucho cuidado con dos cosas: primero, hay que
controlar muy bien la dosis (si nos pasamos, atufaremos el bizcocho y, segundo,
contiene alcohol (un 40%) así que hornead el bizcocho, o lo que hagáis, porque si
no el sabor que aporte será más parecido al vodka que a rosas y, por ese mismo
motivo os recomendaría no probarlo en crudo o los que moriréis atufados seréis
vosotros.
Para la butter-cream me decante por la de queso porque pensé
que quedaría muy bien, pero eso queda a elección vuestra, creo que hay un
montón de sabores que quedarían estupendamente con estos cup-cakes.
Como se puede ver en las fotos, unos están decorados
emulando al monstruo de las galletas, que es muy fácil de hacer: solo con usar
la boquilla de césped, el colorante azul apropiado, un poco de fondat para los
ojos y por supuesto unas cookies, ya sean grandes partidas por la mitad o un
par de mini cookies directamente, que fue la opción que yo use. Los otros tienen
unos Perrys el ornitorrinco de bebe (de Phineas y Ferb) y a otros simplemente les
puse unos sprinkles de colores rositas